Laura

Son las dos y treina y siete de la mañana.Sigo frente a la pantalla de computadora. Todavía seguís saliendo de la sala de internet, por la puerta pesada, en mi memoria. Fue una buena retirada, pero no me gustó. Lo reconozco: Me dejaste, como se dice, pagando. Al instante, tuve cien impulsos de ir a buscarte. Pero lo dejé asi, mejor. Pero igual en todo este tiempo ocurrió lo de siempre: Cosas, imágenes sobre todo, pasaron frente a mis ojos o  mejor dicho, detras de mis ojos. Luego chatée con amigos, preparé mi regreso a Argentina y de cuando en cuando volví la vista a la puerta. En tu retirada, al irte así, me volviía preguntar, como miles y miles de veces antes de conocerte, ¿Cómo soy?, ¿Cómo seré... para generar en las mujeres, desde mi madre, pasando por mis hermanas, mis ex, mis amigas, reacciones como esas? Luego pensé en que no soy verdaderamente asi, y que me gustaría darte algo que te sacuda, que te atrape, que te flashee, pero ese algo también debía sacudirme a mi. Luego me pregunté: ¿Conquistar? ¿Para qué? Recordé entonces un cuento de Abelardo Castillo, que te lo mando ahora. El cuento, cuando lo lei (Ahora Abelardo es como un recuerdo de cuando era un escritor que no leía), fue para mi como un modelo de lo que tenía ganas de escribir: Hombres incomprendidos, preferentemente escritores, que adoran chicas que los admiran, escritores que no pueden con su mal genio, que se aburren, y abandonan, hieren, se van, dejan de lado, no se hacen cargo. Pero lo mas loco de todo fue que cuando me puse a buscarlo en internet, al cuento, y lo encontré, me topé con que el personaje femenino, la mujer-tema del cuento, se llama Laura. Lo terrible fue que no fui a buscar el cuento por cualquier coincidencia barata. Si no que el cuento, cuando lo volví a leer, me lanzó esa coincidencia. El cuento, en definitiva, paso a decirte, me habló mas que cuando lo leí a los veinte años. Y me encontré con que el personaje , un escritor fracasado, es mas o menos parecido a todos los escritores, fracasados o no, que conozco. Empezando por mi, que soy la que menos conozco.

El cuento es de los sesenta o setenta. Por ahi no te gusta, a vos, que sos tan actual. Espero que si. Es un toque demasiado largo.