domingo, febrero 28, 2010

7 a.m.

1

Es algo desmotivante caer rendido sobre la cama sabiendo que lo primero que escuches en la mañana será ese horrible sonido del celular. Prenderás el equipo solo para despabilarte, primero intentando hacerlo fallidamente desde el control remoto y luego, con éxito, manoteando el botón de encendido desde la central, a unos casi imposibles 5 centímetros más que la longitud de tu brazo. Exactamente un minuto después, casi con los ojos cerrados, al borde de regresar a aquel profundo sueño, el segundo aviso te sacará de la cama. Un despertar traicionero que oculto tras el inevitable malestar que nos produce el descubrir que un nuevo día laboral ha comenzado, nos intenta distraer en el preparado del desayuno o las peleas por el orden de la ducha. Pero no tardamos en reconocer que no fue el Sol quien dilató nuestras pupilas o el reproductor de CD’s, previamente programado a volumen 30, nivel suficiente para perder el primer tren entre bailes sobre pies descalzos y cantos repudiados por los vecinos. La mañana es producto del desenfado de un celular que ausenta por primera vez en la semana‘su’ voz del otro lado de la línea. En su lugar solo podrá defenderse con un ahora detestable pitido, el cual nos remite a los días donde no sabíamos que ella existía en nuestras vidas. Donde éramos felices con muy poco y las emociones pasaban por las series de medianoche. Pero es tarde para lamentos diurnos. Ella convirtió en ajena la responsabilidad que tuvo en sus manos al levantar ese teléfono cada mañana y relatarnos desde algun lejano punto de la ciudad, las historias de fantasía mas dulces y atrapantes que alguna vez escuchamos de pequeños.
Un amanecer, cometió el error mas sincero, no por eso menos doloroso y perdonable. No quiso leernos el cierre de aquel relato, el cual nos mantuvo prisioneros del teléfono durante muchos días, con la excusa de no tener un final felíz. Decía que tal penoso desenlace podría haber sido el causante de una influyente reacción en cadena que arruinaría el resto de nuestro día hasta que éste se hundiera en la oscuridad del atardecer donde, solos, no tenemos forma de encontrar el camino de regreso a la pasividad de nuestro obsesivo orden.
Si me pregunta, yo creo que no había tal final. Quizá aún no estaba escrito y la simple incertidumbre de no tener el poder para conocer el destino de los protagonistas hasta no estar plasmado en una hoja la aterrorizó… y decidió huir.

Una vez más las mañanas nos enseñan que son el secreto detrás de la sonrisa eterna de muchas personas. Aquellas de las cuales tantas veces me pregunté cómo soportan el calor debajo de la tierra en aquellas enormes orugas de metal o el atraso del vergonzosamente ineficiente servicio ferroviario. Las que aún llegando fuera de horario a sus oficinas, se toman el tiempo para fumar un cigarro en la puerta.

7:30 AM – ¡Pip!

7:31 AM – ¡Piiiiiiiiiiiiiiiiip!




lunes, febrero 22, 2010

Ampas de gloria

1
Miedos que llevo conmigo desde mi niñéz me acompañaron hasta el esperado encuentro. 7 días y 7 noches de anhelos y esperanzas, de inútiles inquietudes y nulas certezas que flotaban en mi mente y daban libertad a mi infantil ilusión. El valor infundido por mis colegas, tomó posesión de mis movimientos y esquivando formalismos para ingresar en su mundo, me coloqué en su perspectiva. Supe que estaba ahí aun antes de mirarla. Sentía como su risa contagiaba mis labios sin haberla siquiera escuchado. Millones de preguntas alcanzaron su meta rozando en el camino los bordes de mi ego. Un escalofrío sobre mi narcisismo me obligó a girar la cabeza hacia otro horizonte para ocultar mi debilidad ante ella.

La esquivé.

No fue escapar. Tenia que detenerme a pensar como generar ese cruce perfecto entre ambos, perfecta fusión de miradas en un mismo campo visual. Así que la observé desde lejos. Saboreé el éxtasis de controlar sus movimientos con mi mirada mientras ella solo derrochaba simpatía entre los invitados. Bochornoso efecto en mi falta de improvisación me obligó a acortar las distancias entre nosotros. Tuve que dejar transcurrir el tiempo con la misma frialdad que lo hace un reloj de arena hasta que nuestros cuerpos no pudieron evitar encontrarse en la inmensidad del salón.
Y aquí estaba ella en el ojo del huracán de mis sentimientos más antiguos. Alejando los miedos y reduciendo los espacios. Mirándome de reojo, demostrando que la debilidad es mutua en estas vergonzosas situaciones.
Me sorprendí al escuchar mi nombre, transmitiendo con su tono de voz, lo que algunos tardan años en plasmar en un libro. Esa emoción ingenua. Esa carga emotiva que produce bienestar en cualquier alma solloza.
Antes de que pudiese pensar en una forma de sustituir banalidades y quebrar nuestras torpezas, puso sus brazos sobre mi cintura y su mejilla contra la mía. Fue una unión perfecta entre dos perfectos desconocidos. El calor tomaba protagonismo en mi cuerpo demasiado rápido como para hacérselo notar, ni aunque hubiese sido mi intención. El aire que ella respiraba era el mismo que expulsaba sobre mi complacído oído izquierdo.
Sin haberme permitido siquiera pronunciar una sola palabra, se alejó de mí velozmente. Sus brazos se separaron de mis caderas y no pude retenerlos pese a la fuerza con la que los sujetaba. Quise moverme para buscarla pero mi sorpresa fue total al descubrir que no podía levantar mis pies de aquel traicionero suelo. Su abrazo había fundido mi cuerpo contra el piso y mis esfuerzos por separarlos no dieron resultado. Estiré los brazos como si fuese a alcanzarla pero ella ya estaba lejos pese a que mis esperanzas de retenerla lo negaban rotundamente.

Minutos trajeron paciencia y claridad a mi mente y tomé la decisión de esperarla sujeto con mis pies al piso. Ella volvería al mismo sitio donde ese primer encuentro dejó una sonrisa dibujada en mi rostro aquella noche. Y si eso no sucediera, fundiré mis manos al piso para evitar que otra persona intente abrazarme y borre el olor de su perfume en mi mejilla.



viernes, febrero 19, 2010

Los globos del cielo

7
Mes de enero, febrero.. no lo se. Realmente no me acuerdo.
Cruzaba la calle con su amiga, me quede hipnotizado al verla, se acercaba cada vez mas, y no podía dejar de mirarla.
“¿viste que linda que es mi amiga?”
¡Que buenas niñas!
Mi estúpida respuesta, dios! Como pudo haber sido esa la primera frase frente a ella?
Por suerte se rieron, y fueron al mismo bar a donde iba.
Es todo lo que recuerdo de aquel primer dia.

Siempre esperaba que pase por mi calle, me preparaba para saludarla ensayaba que podría decirle y terminaba arruinando todo, cuando “ellas” aparecían acompañada a su sonrisa. Le gritaba a todo el mundo que me encantaba. Ella jamás me brindo mala onda, al contrario creo que comprendía mi estado, hasta hablábamos por teléfono de boberías pero le hablaba al fin; no podía decirle: “hey me gustas muchísimo” no podía hacerlo, me temblaban las piernas. Eran las mejores niñas que había visto hasta ese momento y venían acompañadas por una hermosa niña con la mejor onda y muy buena persona. El combo perfecto! Era la terraza a la cual en ese momento no podía subir.
Dejo una parte de un escrito que me atervi enviarle por mail alguna vez:

“Algunos minutos me bastaran
Para calmarme y demostrarle
Su grandeza.

Recordare que en verano creaste
Unas niñas y las hiciste brillar

Después de colgar el teléfono
Me quedare recordando tu sonrisa
Y tus niñas…
Es algo que soñaré 10 veces mas
Antes de caer de la cama, a mi realidad”

Hoy un par de años después, sigo sintiendo aun esa pequeña verguenza de mirarla y saludarla.
Entre charlas de msn recordé con ella ese momento:
“Pero no tenia tantas niñas como pensabas”
Jajaja aun no lo se, para mi si.

Atrás de cada gran historia siempre habran miles de anécdotas, que podrían funcionar como previas. Después de esto vino algo importante, y ahora seguramente vendrán las nuevas buenas previas porque todos sabemos que esto es como una gran rueda que nunca deja de girar y que todo si o si vuelve a empezar.

Ahh!... eso si, un dia me anime a invitarle a algún lugar.
La respuesta?




martes, febrero 16, 2010

Permitido llorar.

4
Cada vez que me siento frente a una hoja luego de haberme levantado de la silla por lo menos dos veces para pensar si realmente es un buen momento para contar una historia o relatar un texto de cualquier género para plasmar en este espacio, surge en mí el mismo atoramiento en la garganta. Un nudo que lejos de inquietar mis principios morales o negar la veracidad de mis palabras, no deja de apretarme. Me refiero a la contradicción. Pero no a la contradicción claramente explícita sino a la que puede desprenderse de la libre interpretación de lo que uno lee. Y allí es donde caigo en la realidad de que mientras sigan habiendo contradicciones, seguimos hablando de amor. El amor no puede escribirse, no puede tocarse, no está plasmado en una tabla en forma de mandamientos que rigan sus valores, no ha sido visto, filmado o definido por ningún diccionario en su real magnitud y alcance de su significado. No se dice, no se piensa, no se lee, no se escucha ni se espera. El amor no se manipula. Lo que las personas consideran amor es solo una demostración de afecto, muy alejada de lo que este sentimiento significa en sí mismo. ¿Acaso estoy diciendo que lo que sientes no es amor entonces? ¿Pongo en duda que esa caja de bombones signifique lo mucho que te ama? ¿Hoy el despecho o la tristeza le han hecho perder la cabeza a este humilde redactor quien ya no cree en corazones de chocolate o dejó de soñar con el momento de elegir el nombre a su hija? No transguiversen mi pasión. Hoy el redactor va a decirles una gran verdad que va a shockear a muchos y generar repudio en otros. Una verdadera contradicción, la mayor de todas y la mas bella: El amor.
¿Acaso tenemos nosotros el derecho de tomar el camino correcto por el bien del otro? ¿Poseemos la sabiduría necesaria para saber lo que es mejor o peor para alguien? ¿Y en todo caso, ese alguien realmente lo sabe? Nadie tiene la autoridad para modificar el destino de las personas y creanme que el amor toma la peor de las represalias: La duda eterna. Pero no se trata de aprender sino de volver a intentarlo una y otra vez con los ojos cerrados. Al que crea que ha aprendido a no cometer el mismo error una y otra vez, hay un lugar esperándolo en la fila del resentimiento. Si sientes que has ganado pero nunca has perdido, si sientes que lo has intentando pero nunca has probado, si crees que el miedo a sufrir puede mas que el goce de encontrar la felicidad, si luego de perderla dices que te arrepientes de haber dejado todo por conseguirla y tus ojos están tan ciegos que solo ves oscuridad alrededor de tu corazón, si apagas la radio cuando suena aquel tema, si alejas de ti a aquel que puede llegar a lastimarte a cambio de darte quizá los mejores momentos de tu vida, si lloras sin haber derramado todavía una sola lágrima por algo que valga realmente la pena… entonces no te has contradicho nunca. Grave error, porque de eso se trata el amor. De hacer cosas que siempre predicamos evitar hacer. De reir pero también de llorar, o mejor dicho, de la suma de ambas, VIVIR.

Dejá que la vida te despeine. Al fin y al cabo todos apoyamos la cabeza para dormir en algún momento.


Tus ojos no me miran como antes.

1

Hoy soñé algo raro, me dejó un poco raro toda la manana, ya ni ganas tenía de desayunar. Casi nunca sueño contigo, cuando sueño son sueños rápidos, imágenes y cosas felices, esta vez fue largo, sin mucha historia.
Estabamos como en una cabaña o salón grande, como un hotel o algo asi, no era en la ciudad, estabamos como en un bosque o internados en algún lugar, lo que me hacía sentir que ahi estaríamos un buen de tiempo dentro de esa cabaña o salón, había una mesa y estabas recostada ahi, no hablabas, yo estaba haciendo algo y te vi, tu estabas silenciosa, como intentando descansar o pensando, me acerqué a ti y me acosté junto a ti, era una mesa o mas bien un mueble, apenas cabíamos, te abrazaba y tu como dentro de tus pensamientos, te sentí como con un resentimiento, no te quitabas ni te movías de mi, pero no sentía que me buscaras, intentaba abrazarte, no tenía intención de nada sexual, simplemente de quererte y sentirte, pero no me mirabas a los ojos. Y eso es lo que siento ahora de ti, que tus palabras están, pero que tus ojos no están conectados con los míos, como que tienes prisa, ya no es como antes que no te importaba nada mas que ese contacto, después en el sueño la imagen cambia y aparecemos en una cama grande, estabas con una amiga, como con una complicidad mayor que conmigo, conmigo en el sueño teníamos algo grande de tiempo, pero tu indiferencia o tu resentimiento por algo que yo no sabía, me alejaba, estabas desnuda, tu amiga vestida, como que era una dama de compañia esta chica, una amiga tipo Hani. Ella, hacia mi, mostraba un gesto como diciéndome: "compréndela, anda rara, ya se le pasará", como que ella, tu amiga me daba esa conexión contigo, como que ella comprendía a los dos y era puente entre los dos, yo solo quería que tu me miraras y sentir que seguías viva para mi, pero lo unico que me quedaba y que no era suficiente era el ver que tú y ella tenían una cierta comunicacion sin palabras, como de gestos que yo no comprendía del todo, y ella cuando tu no la mirabas me daba a entender eso, como que ella tenía ganas de decirme "no te sientas mal", como que tenía ganas de ayudarme a no estar triste pero como su amiga eras tu estaba a tu lado...




Después el sueño terminó y desperté, pensé en ti, intenté dormir mas, pero daba vueltas...Siento que tus ojos no me miran como antes, que estas cansada, te cansaste y aceptaste tener simplemente un sueño bonito conmigo, un recuerdo de Paris inolvidable, pero tu vida comenzaría a diluirse en tu realidad, aceptar que no hay mas que las calles que te rodean y la gente que se mueve a tu alrededor, que yo soy virtual y estoy muerto, que vivo en tu imaginación, ton copain virtuel,que cada vez los recuerdos son menos y cada ves el dolor es menos, cada vez el tren se va mas lejos y esos besos que fueron eternos están perdidos a 100 años luz.

Como que he perdido la fe en el amor, nunca conocí el amor, supongo que lo que siento por ti es amor, pero ya no siento ni dolor, simplemente siento quenunca existió, nada nunca fui a Paris y siempre estuve aquí en mi casa,imaginando lo que no encontre en las calles y en la ciudad. Ya ni el dolor me paraliza, es un dolor sordo y que se confunde con gestos inanimados. Pero con un recuerdo de lo que quise tener contigo, por que solo a ti te daría todo, pero tus ojos no me miran, estan intentando despertar en otra realidad o estoy delirando y lo que necesito es poder abrazarte y quedarme dormido en tus brazos.

domingo, febrero 14, 2010

El día de los del otro lado.

2
'Una fecha que conspira contra mis principios al ser recibida con agrado pese a la ironía con la que me invade. No una simple mentira de algún oportunista consagrado bajo el afán de vender sus peluches o promocionar algún menú afrodisíaco. Cortar con el pesimismo construido sobre columnas de resentimiento y rearmar las piezas del rompecabezas de manera que tome nuevas formas sobre la mesada de mi solitario cuarto. Para algunos, un día para volver a manifestar lo mucho que se aman. Para otros, una noche ideal para decir secretos que se callan' (Lucky)
 
Esta es nuestra verdad. Decidimos una noche que deberíamos hacer un blog que hable de lo que nos estaba pasando y sacar provecho del dolor que en ese momento uno de los protagonistas estaba viviendo, un papel virtual para volcar todas nuestras broncas, experiencias, alegrías, todo ese después de lo que todo el mundo llega a vivir con mayor o menor intensidad. Y sucedió. Invitamos con agrado a nuestra gran tercera parte y allí estábamos cada uno posteando, lo que todo ser humano tiene en común.

Llega el día de los que hoy no están de este lado. No tenemos ni queremos tener un texto dedicado especialmente a ese sentimiento o a este día.
Pero seamos sinceros, aun cuando gritemos a los cuatro vientos que solo se trata de una fecha comercial, nos sumamos a cadenas con el slogan: “Dígale No al 14/02”. En el fondo sabemos que cuando estamos en una relación, aun con la bandera de incrédulo en esta fecha izada, se nos escapará el feliz día. ¡Y es genial! A quienes tengan que vivir este día especial, tan especial como las mismas 24 horas que mañana, pasado y que todos los demás días... ¡Lo mejor!

Somos tres personas que tenemos como actualidad estar del otro lado.
Somos tres (no) tristes historias de amor, esperando aun ser leídas.
Somos tres corazones distintos pero que laten igual al de ustedes, al de quien se aburre con lo sentimental o al de quien se emociona, al tuyo... sí, al tuyo también.

Sonrían  y sean felices con o sin fecha.




miércoles, febrero 10, 2010

Petit bout de femme.

2
Un petit bouton de femme est perdu dans le monde .
Un petit bourgeon cherche un peu d'eau et de soleil pour grandir auprès d'eux.
Une fleur va éclore, bien plus belle que toutes les roses
Elle illuminera le monde de sa présence
ses pétales vont faire de l'ombre aux plus grandes déesses
Athéna et Vénus en sont déja en pleur...

Petite fleur...
Grande femme...
Metamorphosis de punto de ojo.

¿ Pour ce soir, pas de réponse ? Appel-moi sur mon portable s'il te plaît pour me dire. Pour le filme de Chabrol on peut aller le voir samedi ou dimanche ou dis-moi un jour qui te plaira dans la semaine prochaine.



martes, febrero 09, 2010

Correo Interno.

1

Sueña con aquel que venga a rescatar su alma del cuento incompleto en el que fue encerrada y del cual cree no encontrará un final. Deja marcado con sus lágrimas sobre la arena, el deseo de quebrar el hechizo que le quitó la capacidad de olvidar y la quietud para perdonar. Relata a las luciérnagas de su jardín historias de caballeros y bellas princesas que nada perdieron por encontrar la felicidad eterna.
Abre sus ojos. Me despierta a kilómetros de distancia tan solo con pensarme. Coloca estrellas en mis prendas y soles sobre mi cabeza. Genera en mí anticuadas reacciones que me obligan a mirar al suelo para recorrerla hasta el vórtice más alto de su feminidad. Bifurca el camino de todos los hombres que la pretenden pero solo en mí crea la esperanza de haber por fin llegado a destino cuando me desea un día mejor. Pero sin embargo sigue convencida de que no tiene inferencia sobre el mundo que la rodea.
Y es que los hombres somos, para desdicha de algunos escépticos, haces de luz, los cuales no brillan con la misma intensidad noche tras noche. Incluso pueden apagarse para enfriar su ego y regresar a iluminar la vida de otra persona reflejando sobre el agua los destellos de lo que somos, no lo que podemos ser.
Quiero convencerla de borrar su sombra, rezago de sus miedos y oscuras referencias, y pintar con sus colores sobre el río, su silueta junto a la mía.
No creo que suelte de sus manos aquel diario íntimo donde registra su tristeza y es confidente de sus breves risas, pero me conformo con que dedique una sola página a las que yo pueda generarle.
Y es que mi intención nunca fue ser el amor de su vida, o convertirme en aquel que, espera, la lleve lejos de esta realidad y le escriba poemas de amor estilo Naif. Mi intención es que logre olvidarse de todo aquello por un rato… Y recuerde que simplemente puedo hacerla feliz.

‘El amor verdadero no es aquel que un mago esconde debajo de tres vasos, haciéndolos girar ante tus ojos creyendo que si los sigues atentamente podrás encontrarlo. Están quienes buscan amor dentro de los vasos… y están quienes encuentran magia levantando la mirada’




martes, febrero 02, 2010

Una canción sobre tí*

3

Hoy escribí una canción sobre tí y recité tu nombre.
Hoy escribí una canción sobre tí y me sentí aquel hombre,
Que ha tatuado en tus piernas su compás.

Hoy escribí una canción sobre tí y no recuerdo donde.
Hoy escribí una canción sobre tí y la guardé en un sobre,
Que escondí en el fondo de mi placard.

No pretendo esta vez, colocarle acordes,
No pretendo esta vez, que la escuches de mi boca al despertar.

Hoy escribí una canción sobre tí y sobre tus dibujos.
Hoy escribí una canción sobre tí que no tendrá el lujo,
De contar una historia sin final.

No pretendo esta vez, componer los versos.
No pretendo esta vez, difundirla en las radios que escuchás.
Hoy escribí una canción sentado en la luna.
Hoy escribí en tu corazón los sonetos que susurras al soñar.

Hoy escribí una canción sobre tí y tú la regalaste.
Hoy escribí una canción sobre tí, solo con recordarte,
Pero no tengo voz para cantar...




*Inspirado en el tema de Radiohead, Thinking About You, perteneciente al disco Pablo Honey.