jueves, noviembre 04, 2010

Bye, bye Badman!

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Para los que lo reclamaban... la música que nos acompañó todo este tiempo para que la puedan descargar (Ojo ¡elijan bien su estado de ánimo!)



Cd 01 - Yo te Quiero - Descargar


CD 02 - Yo Tampoco - Descargar



Gracias a todos los que siguieron nuestras historias =)
Monki, Ella y Lucky.


miércoles, septiembre 29, 2010

el blog se MUESTRA:

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Cerramos una etapa, abrimos puertas cerradas para un último y definitivo adiós.

No mas fotos en el cajón. No mas cartas sobre la mesa de luz. Solo oraciones con olor a lo que fue y nunca dejará de sonar.

Yo te quiero / Yo tampoco Blogspot se cierra con una humilde muestra audiovisual para que leas nuestros textos, escuches nuestra música y veas nuestras fotos y videos.

Viernes 01/10 a las 21:00
en Lo de Luca (La casa del mítico Luca Prodan) - Alsina 451 - San Telmo


viernes, septiembre 24, 2010

Yo Tambien.

1
Sé como mirás cuando estas nerviosa
Se tus gestos
Como reis cuando te estas divirtiendo
Como discutis tan solo por discutir
Conozco la fuerza de tus abrazos
Como bajas la mirada, cuando repito que sos linda
Como es romper el hielo con el primer beso
Se como sorprendes con los detalles que pensas no hacer
pero terminas haciendolos
Se que muchas veces crees ser experta en lo que no sabes
Como queres ir tambien a cualquier lugar.
Como son tus labios cuando no hablas.
Como tus brazos intentan en vano no abrazar
Se cuantos lunares contar para llegar alli
donde todo hombre florece
Se como escuchas los latidos mientras callas
Conozco nuevamente tu femeneidad
Se que cerrando los ojos con vos, nada es un sueño.
Se el deseo de tu sexo en mis labios
Se que final tienen tus piernas
Se como encaras a los primeros rayos del sol
Conozco los colores que pones en los dias grises.
Y vos...
Vos te quedas alli en ese lugar de donde solo podes recordarme tu segundo nombre: Soledad.


Después de años, volver a decirle adios a una persona podria ser un simple capricho del destino o tu cruel realidad. Pedir otra noche mas para querer repetirle, lo que sus oidos ya no quieren escuchar, hace que tu confesion quede registrado en esos escritos.
No mas borradores guardados en la carpeta de archivos.
No mas textos que no sepan ocultar estados de animos
No mas temas lados b que funcionen como puntos finales del dia
No mas momentos representados en cada historia
No mas Cecilia, Mercedes ni Daniela en cada letra.
No mas post’s
No mas..


Lo que sigue talvez, no solo sea la compañía del dia a dia, o finales, puertas por cerrar, despedidas en estaciones; seguirá eso que todos nos complicamos en dar un significado, eso... la vida.




sábado, septiembre 18, 2010

Te veo la próxima (pasá un lindo rato)

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Un marco de fotos hecho a mano.
Un brazalete horrible.
Una obra de arte para colgar.
Una billetera con mi nombre.
Una cicatriz en mi frente.
Una vaquita de San Antonio de ojos tristes.
Una paloma.
Una crema para los granitos.
Una canción sobre esas noches que conocen cosas pero nunca dicen nada.
Una foto guardada en el cajón.
Una lona de playa al fondo del altillo.
Una guerra con su madre.
Un poster de Los Beatles.
Una remera hecha en California.
Una rana de peluche.
Cinco discos.
Una ensalada con ají rojo.
Un primer vaso de Whisky.
Una foto con ojos “tristos”.
Una paleta de azucar.
Un Sticker de Bob Esponja.
El Facebook de una desconocida.
Un perfume que nunca me animé a comprar.
Un jardín japonés.
Cuatro peces de colores.
Una canción sin música.
Una Ola que quería ser Chau.
Un llamado para agradecer mis escritos.
Un espacio vacío en la memoria de tu celular.
Y 10 muñecos de una película para chicos…


Imágenes que ni 26 textos pudieron explicar…


“All the love I’ve got is in my mind”


jueves, septiembre 02, 2010

Un amour éternel

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Por mas que quiera no puedo regresar el tiempo atrás, quisiera sentir las sensaciones de cuando estaba contigo, saber que la cocina está cerca, tener el té de moras al lado del ordenador,de repente un mensaje de Kima o Raúl, ver a mi almohadita entre tus brazos, ambos esperándome para dormir, y yo pegado en mi ordi, buscando alguna cosa tonta, saber que al día siguiente ya habría quedado a las nueve para ir a jugar tenis con Pablo (el come-orejas) y tranquilamente irme a la cama sin preocupaciones, sentir el aire fresco que se infiltra por la ventana, un aire mas frío que caliente...
Pero todo es diferente, nada es igual, ni ganas de ver una película, ni ganas de hacer un té, ni ganas de salir a jugar tenis, ¿para qué? No es el mismo aire, la sensación es diferente, es una sensación de muerte y monotonía. Estar contigo era un sueño infinito, saber que siempre estabas en las tardes para mi, con algo que contar, con colores en tus ropas, con tus ojitos que me miraban, tu aroma fresco...Sonic Youth.


Te echo de menos.


Au revoir mon amour, à peut-être un de ces quatres.




jueves, agosto 26, 2010

Vamos...

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Esta vez el deseo es no estar allí, pero ese mensaje debe funcionar como manotazos de curiosidad para el otro y porque no alimentarlas con un tibio: “¿qué pasó?”
De regreso se pregunta: hace cuanto que ese camino no le pertenece?, cuantos días pasaron desde aquella tarde en que volvió a reencontrarse?
Vuelve escuchar: “te brillan los ojitos bobito” en boca de desconocidos y corre al baño mas cercano para encontrar un espejo y poder afirmarlo.

Ya no se sienta en un café esperando la lluvia tan solo para cumplir el capricho de ver la gente corriendo tratando de cubrirse.
Ahora corre inventándose autos que están por cruzar en medio de una lluvia fina, sus discos empezaron a sonar sin función random, volvió a pensar con corazón de chocolate y hasta tiene un jardín con ruedas que lleva un bolso lleno de predicciones.
Empieza a sonreír, aunque aun esa sonrisa tenga el tamaño de una ventana de chat.

Escucha a los demás, pero sus latidos solo activan su velocidad, y está decidido, porque quiere que todo, como el mundo empiece a girar, no quiere mas función pause en su vida, quiere tardes, noches y madrugadas como previas a esas mañanas donde los ojos no solo se oculten atrás de sus anteojos. Quiere las bebidas de su bar preferido derramadas en su cuerpo, y aunque sabe que quizá no falta millones de años luz, no se detiene porque esta seguro que hasta el universo empieza a complotar.

Empezó eso que llaman todos con diferentes nombres y quizá necesite su nuevo lugar.
Por eso va a tomar su monopatín para ir a buscarla.
Va a dejar que se vea sonrojada en sus ojos, y no más en silencio piensa responderle: a cualquier lugar.




 

lunes, agosto 09, 2010

18:07 hs

1
Despues de muchos meses, los pasos ya no le pesan, toma el ultimo suspiro y se detiene ante el asombro y sonrisa nerviosa del otro lado.
-hola.
-hey! Como estas?
Y en ese abrazo de bienvenida, se despidieron:
Los recitales que soporto con su mejor cara
Los dias de pelis que jamas quiso entender
Todos los compilados guardados sin oir
Todos los textos leidos una sola vez
Los sabores de helados repetidos
La tele encendida sin control remoto por pelear
Los bares que nunca se compartieron
Los espacios vacios.
Y tambien todas las cosas buenas por la cual uno solo quiso luchar y ya no se pudo.


Ahora la charla era amena, compartieron sonrisas, preguntas de esas que haces conociendo las respuestas, la comodidad se hacia presente, después de un tiempo en que ambos habian elegido no saber de cada uno, se extrañaban encontrar cada respuesta como si el tiempo no hubiese pasado.
Hasta que le confiesa el motivo del encuentro, el mismo que le intrigó durante todo el tiempo que habian pasado juntos, el mismo que esa tarde fria y gris se encargaba de confirmar. Todas esas peleas, discusiones, tarde (como todo lo que habia sucedido hasta ese momento) empezaban a cerrarse.
La cabeza esta vez no se dividió en dos, y después de desearse lo mejor, se fue pensando en todas sus veces que cuestionó el hecho de sentirse culpable, dejó la mochila que erróneamente supo llevar, era ironico que esta vez la ultima palabra, haya sido aquella que en su momento el deseó: luchá.!


Algunos le discuten si lo que se cierra son etapas o ciclos, si realmente hay un principio después del final.
Algunos le preguntan si tiene vigencia el dolor por callar.
El tiempo como aliado le supo enseñar a caminar nuevamente por ese mismo lugar al cual le habia costado y mucho retomar.
Algunos se quedan celebrando con su realidad.
Otros seguimos caminando.
Seguimos.


domingo, agosto 01, 2010

Lado B

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Una obra de teatro
Un tema
O hasta escenas de una película.
Cuantas veces crees que tu sonrisa, tus momentos que capturas en esa retina (peligrosa también) al que después denigran con el titulo de: “lindos momentos”, forman parte de un video.


Imnumerables veces nos hicimos creer que solo servimos para hacer todo mal, asi cobardemente escondemos (lo que muchas veces por temor a vaya saber qué) lo que uno tambien sabe hacer.
Y es que si es o no, el final que queres, por lo menos ahora no seras la única persona en sostener lo que ya no queres ni podes ocultar:


Yo también (te) hago bien.


lunes, julio 26, 2010

Parque (Yo Tampoco)

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'La próxima semana será la mas fría del año' te comentan mientras tu cabeza sigue sin querer encontrarle la salida a tu ofuscamiento, capricho similar a la imagen de un perro persiguiendo su cola. Momentos atrás tenías la sensación de que los empleados que abrían las persianas de sus locales te sonreían al pasar como simulando un deseo de augurio, comenzando una rutina con promesa de cambio aspirando a convertirse en novedosa anécdota para la hora del mate. Pausando y rebobinando el tema 6 en mi reproductor una y otra vez mientras pensabas en lo sobre abrigadas que las personas caminan en invierno, todo iba bien hasta el comienzo de esta mañana de Lunes. Todo iba bien hasta hace 10 meses…

Comenzó con una tímida propuesta de su parte a la cual no prestaste atención por orgullo o por miedo, sentimientos casi antagónicos, destinados a pertenecer cada uno a la contrahoja en un diccionario y a no cruzarse sin que alguna lágrima sea derramada y humedezca la sabana bajo la cual las excusas jugaban a esconderse de niñas. Unas palabras a su oído casi susurradas para no despertarla, parte de un plan con el fin de no crearle expectativas falsas y en caso de un mal resultado, de que sea menos dolorosa la caída. Los versos fueron tomando forma hasta erguir con oraciones las columnas de lo que más tarde sería el sustento de nuestros secretos más profundos, piedra angular tallada en consonantes, centro del fruto de nuestro amor y odio. Pasamos de un simple boceto de lo que significaría explotar frente a miles de ojos nuestras miserias mas profundas a un estado de casi completo silencio, que lejos de ser angustiante hacía que la percepción de nuestro alrededor se pareciera mas al interior de una bola de nieve de cristal que a la lúgubre ironía sonora de una costa sin mar. Pronto nuestro corazón de niños lo convirtió en un juego y como todo juego necesitó implementar ciertas reglas. Algunas tácitas, otras impuestas. Nada que nos hiciera perder la paciencia. Amenos no por mucho tiempo. Cualquier diferencia se resolvía con un encuentro en este mismo parque, sentados cada uno en sus respectivas hamacas, bautizadas con nuestros segundos nombres luego de una discusión que tuvo como mediador a un torneo de Piedra, Papel o Tijera al mejor de tres (nunca debí confesarle que prefería Piedra toda la vida). Quizá de nada sirva arrastrar ahora esta idea por un camino lleno de especulaciones que abran lentamente heridas aún por cicatrizar pero creo que a veces es mejor no competir. Dejarle el juego a los que creen que deben de ganar algo para alcanzar su meta. Contentarse con ver a los corredores pasar una y otra vez por la misma curva frente a nuestros ojos… abrazar tiernamente a quien amas luego de mil derrotas asfixia menos que hacerlo fervientemente tras una victoria.

Todo iba bien hasta el comienzo de esta mañana de Lunes. Todo iba bien hasta hace 10 meses…

…Pero prefiero que el invierno se quede. El viento pareciera querer darle vida a las hamacas como preludio al verano.




martes, julio 13, 2010

Número Equivocado

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Pedro y Sofia se despidieron hablando de películas que creían parecidas a su situación. No dejaron pasar ningun tren, y los antes hermosos silencios incómodos que solían tener, esta vez tenían la dosis que ambos le habían puesto, eran mas frios y grises como esa tarde/noche. Ya no eran necesarias esas frases que jamás se cansaban de escucharlas, solo los abrazos, besos, y hasta los disimulados ojos vidriosos. Luego él se iría maldiciendo a su reloj por las veces que no pudo llegar temprano, ella iría a confirmar su felicidad elegida.

Pedro nunca había odiado tanto su cuaderno de escritos, encontraba cada borrador…

”Me pregunto si aún peleas con esos apuntes de tu materia que te queda por rendir, si tu cartera guarda traviesos picos dulces ¿Bajaste algún otro disco que descubriste por algún hit?
¿Seguís trasnochando? ¿El tren y sus demoras todavian son protagonistas de tus llegadas tardes?
El Sr. Monkey sigue ocupando el mismo lugar junto con las almohadas ¿Verdad?
Imagino que ya empezaste con la lectura del libro q compraste emocionada.
Pensaba ir al zoo, directamente a las suricatas, aunque no se si la comida que compré va a servir para ellos también…”

Allí quedaron esos escritos guardados. Sofía jamás vería esa carpeta en su computadora un domingo a la tarde haciendo fiaca, mientras el sonido ambiente se hubiese entre mezclado con aquel disco elegido para escuchar.
Pedro y Sofia eliminaron el futuro recuerdo de una guerra de almohadas mientras discutían por los sabores del helado. Ella ya le dijo adiós a todos los celos que la cara de él jamás supo disimular. Él se quedó con las ganas de aburrirla con sus salidas, de mirarla a esos ojos negros y tratar de sorprenderla con cada ocurrencia en forma de frases. Se fue también esa complicidad mutua para provocar cada deseo ya no oculto. Pedro guardó esos cd’s y volvió a su viejo lugar. Sofia hizo lo mismo con todas esas notas dedicadas, suspiró o sonrió y siguió haciendo la vida que no dejaría de elegir ni de sentir.

A veces . . .
¿Se puede soportar el cómo pasas de un día para el otro a ser sólo una charla de medianoche?
¿Se puede bancar que empiecen a hablarte como si nunca pasó nada?
Y es que acaso cuando creiste armar algo ¿siempre miraste a dos?
¡No!
Los planes que tu confianza te dejaron hacer, no son los temores que el otro pudo tener. ¿A cuantas personas conocemos seguras de sus propias inseguridades? ¿Cuántas de ellas, se quedaron esperando la noche para preguntarse 'por qué' y luego dejar alguna lagrima en la almohada como punto final?
Algunos te dirán: “lucha hasta el final” pero vos que ya conocés el desenlace, peleas por el principio, que nadie sabe si lo mereces, pero que te pertenece. ¡Seguro!

Muchas veces lo que sería una simple pregunta para el otro, para uno significa tantas cosas.
¿Se puede mirar a los ojos sin antes habérselo preguntado?


lunes, julio 05, 2010

Whisky con Jugo de Manzana

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Habían pasado 10 minutos, él creía que no iba a venir. Me llamó:
-Me parece que no viene ¡Ufa!
-Tranquilo no creo que haga eso, por ahí el tren se retrasó.
-¿Sino? Bueno la espero y vamos.
-Ok, ¡Tranquilo eh! Disfrutá cada detalle. Abrazo amigo.

Después de cinco minutos ella llegó y a él solo le importó ir a cualquier lugar porque no necesitó de castillos ni carruajes especiales para confirmar a la reina de su momento.

La noche empezaba. No hubo incomodidad para conocer a gente nueva. Charlas de música, de un mundial perdido, apuesta por los equipos finalistas, ellos sonriendo y sonriéndose, hasta tuvieron un balcón como escenario pero aún no era el momento para ser protagonistas y sin guiones los diálogos finalizaban siempre con esas miradas cómplices entre ambos. Porque cuando sabés que algo va a pasar no se puede evitar.
Ella es inteligente, desenvuelta, buena onda. Le gusta los Smashing y tiene chocolates para su semana. Él es un tontito que cuando realmente quiere habla con la mirada.

A mí me gusta ver a las personas y crearles sus historias, pero ésta era al revés. Sentía que estaba mirando una y no quería perderme el momento cumbre.
Había otro escenario ahora. Mas gente, música, luces, una petaca escondida en una cartera. Bailamos con The Smiths, nos encontramos con conocidos perdidos. Y hubo por fin ese deseado desenlace ¡Quería saber todo!
¿Cuanto duró? ¿Cómo fue?
¿Qué se dijeron antes? ¿Y después?
¿Cuáles fueron sus pensamientos? ¿Sonrieron?
Comprendí, que era el momento de dejarlos. Era mejor inventarse un cansancio y dejar que sigan escribiendo el motivo de este post, me fui felíz por él y también por ella. Es que me había caído bien, es divertida.

-Chau amigo, estoy cansada mañana hablamos. Todo bien ¿no?
... solo sonrió.

Viajaba de regreso a casa y en la ventanilla del colectivo se reflejaba mi alegría. Hace mucho que no me había dado esa sonrisa como respuesta.

El día después sirve para creer fingir todo, aprovechar el sol de invierno, y pensar q nunca pasó nada, mentirse, creerse el rockstar winner para que luego termine en su baño lavándose la cara para q nadie vea sus lagrimas.
Hoy quería compartir lo que para mi fue una linda noche con una linda historia. No se que pasará. Solo espero que haya felicidad y tranquilidad en ambas partes.


jueves, julio 01, 2010

_ ahoy!

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Podrías contar los pasos para recordar mas detalles de esa situación, contar las calles, escalones, y hasta si hacía frío o no; jugarías a detener el tiempo sin que la otra persona se entere, solo para retenerla y poder seguir mirándola, aun cuando crea que miras hacia otro lado.
Imposible escaparle a la ultima parte de cada salida.
Posible hacer de ese momento el mejor lugar para dejar a tus sensaciones descansando en paz, con su sonrisa y su melancolía no triste.

Podrías lograrlo, con algunas instrucciones de esas que aun no encontraste en tu librería amiga:
  • 1. Mirala siempre a los ojos, ponete del lado contrario de donde tiene que venir el colectivo o el tren asi no se te ocurre darte vuelta, y agudiza tus oídos.
  • 2. Antes que el medio de transporte esté cerca, ¡ni lo dudes! ¡Abrazala! Eliminá todo ruido externo y concentrate en su respiración (por ahí si tenes suerte y tus oídos están preparados hasta podes escuchar sus latidos)
  • 3. Dale lugar a tu olfato, su olor puede durar tu viaje de regreso y más si lo queres. (Es tu abrazo y su respuesta a ello, asi que sacale provecho)
  • 4. Después de ese abrazo ni siquiera medio metro te separa de ella, que no se te ocurra dejar de mirarla a los ojos.
  • 5. Este es el ultimo paso que te pertenece, terminalo… haciendo lo que te nace.
¿Cuánto puede durar una despedida?
¿Cuándo solo es un “hasta luego”?
¿Qué despedida te hace bien?
Sentir que ese abrazo no tiene respuesta, que tu mirada incomoda, que cada paso que das hacia al frente solo significa retroceder para la otra persona, aun sin que sepa ella misma si hay un abismo que la espera; y si llega hasta la cornisa ¿se dejará caer o tomará  tu mano solo para salvarse más no para mantenerse de pie?
Caminas descontando los pasos, olvidando las calles, poniendo en tus oídos la radio menos pensada necesitas escuchar cualquier cosa, no queres escucharte, tu cuerpo se hizo inmune al frío, puteás al semáforo y no pensas correr por el tren que te llevará de regreso. Pero tu elección fue otra… y contaste los pasos, escalones, tu obsesiva manía retuvo imágenes, grabo calles y tus oídos si quieren escucharte y vos también. El no usar bufanda hizo darte cuenta del frio de la ciudad, te detuviste antes de que cambie el semáforo y esperaste tu tren de regreso junto a tus ruidos.

¿Podemos estar mal si no se cumplió ninguno de los pasos antes mencionado?
¡Calma muñeco! Ningún libro de autoayuda o post con instrucciones sirve para darnos cuenta que a veces creer saber decir chau, nos garantiza para mañana un mejor ¡Hola!.


domingo, junio 27, 2010

Ana Laura

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Tanta exposición en común durante la hora del almuerzo logró que las posturas se trasladen por simbiosis al aire que respiro en breves bocanadas y se colen en un hueco, al fondo de mis razonamientos, como queriendo no llamar la atención. Desde allí mueven los hilos de mi tarde somnolienta, mientras dos rayos de sol se invitan a atravesar el ancho de la sala y clavarse decididamente en la pared opuesta al ventanal. Divagues acerca de la realidad y sus representaciones. De cómo nuestro olfato es el que le da perfume a una mujer o nuestra visión la que perfila su rostro. ¿Realmente alguien pudo creer que si cerramos los ojos por un segundo, todo lo que está frente a nosotros simplemente dejará de existir? Supongo que podemos entonces crear nuestra propia realidad, perfecta, mientras simulemos la ceguera. Tomando esta teoría, me veo obligado a hacer la siguiente diferenciación: Están aquellas mujeres que desaparecen al abrir los ojos, cuando despertamos. Y está Ana Laura.
Ana Laura cree vivir en un mundo feliz. Lo que ella no sabe es que el mundo está más triste de lo que se deja ver cuando nota su presencia. Cuando camina bordeando el descampado a la vuelta de su casa, los yuyos se convierten en frondosos árboles y las palomas en gorriones de distinguido cantar. Cada mañana, antes de partir rumbo al taller de diseño donde trabaja, se para erguida frente a las pequeñas marcas hechas en la puerta de su habitación y corrobora que no haya bajado de estatura. Una obsesión que hoy controla, pero que la ha hecho perder la cordura en varias etapas durante su niñez. Siguiendo un ritual impuesto, debe elegir entre 5 vestidos. Uno por cada día laboral. Cada diseño exactamente igual al anterior, mismo talle, mismo corte, mismo largo. Verde, Azul, Rojo, Amarillo y Blanco con lunares negros (Este último, el más atrevido. Requiere 15 minutos de autoconvencimiento frente al espejo). Ana Laura no usa zapatillas. Dice que sus pies son deformes y que por eso este tipo de calzado escapa trotando cuando los ven. Por alguna razón que ella prefiere no investigar, las sandalias y chatitas no le temen a sus diabólicos dedos y siempre son más fáciles de combinar con el color de su risa. Ana Laura se preocupa mucho si no hay Té, si el sol no la deja ver el colectivo llegar, si es retratada mirando directamente a la cámara y si su cadenita de plata se pone negra al entrar en contacto con su peleadora piel. Pero su día puede volverse positivo si recibe una carta de su mejor amiga, escucha un tema de She & Him en la radio, descubre un nuevo lunar en su cuello o encuentra una bolsa de frutillas en la heladera. En su primeras citas siempre se encarga de aclarar que es muy buena cocinera pero que las comidas mas ricas se hacen de a dos, ya que se aburrió de todos sus platos y prefiere innovar (además de que no tiene criterio a la hora de condimentar). Sabe cuando hablar, cuando callar, cuando reír pero también aprendió a no evitar llorar. No quiere hacerlo por un hombre, pero tampoco por su ausencia. No quiere que su boca represente la amargura de un desamor pero tampoco quiere olvidarse la letra e improvisar sonrisas falsas. Ana Laura se merece mucho más que las estrellas, producto de su escepticismo al no querer conocerlas. Merece La Tierra, El Sol, todas las galaxias que aún no hemos siquiera podido pensar e incluso merece una máquina con la cual pueda crear las propias, darles nombres y ordenarlas como guste para luego dejarlas expandirse en su infinita belleza y visitarlas cuando el espejo de sus ojos comience a agrietarse.
En el cajón de mi taller, tengo escondidos los planos y algunas viejas partes ensambladas de lo que será una pequeña maquina para competirle al infinito. Tanto tiempo me ha llevado planificarla y diseñarla que no es raro que me descubran dormido.
Cuando abro los ojos y noto que ella sigue estando sentada, comiendo frutillas frente a mí, me pregunto si alguna vez notará de mi presencia. Me pregunto en realidad si mi invento estará listo para cuando lo haga.




viernes, junio 18, 2010

N° 609

1
El diario de un viajero trata de aventuras, quizá hasta de triunfos ¿por qué no de alguna derrota frente a un vaso de alcohol en aquel bar recomendado?
¿Pero debería tratarse acaso de anotaciones vagas, de esas que suelen jugar a las escondidas y aparecen luego en una conversación con el espejo?
Ya no quedan mas secretos cuando un arrepentido confiesa y asume todo, nada se compara con el mejor lugar que pudo haber encontrado para sus sueños, ni aquellas manos que antes solo escribían a escondidas para lastimarse podrian encontrar en su pecho el descanso para motivarse. Podrías llorar viendo sus ojos llenos de lagrimas o reir descubriendo sus locuras, podrías hacer miles de cosas que ella tan bien gustaría, podrías...
¿Qué haces esperando el mensaje que no tiene que llegar?
¿Cómo es tu tarde si no hay respuesta a tu pensamiento?
¿Dónde escondes esas ganas de no mostrar lo que no va a gustar?
¿Cómo haces para callar si aprendiste por fin a hablar?

Queres tener alguna respuesta y al contrario de eso solo lográs jugar una vez más inútilmente a saborear esa sensación que solo puede embriagarte. Porque allí estás, sentado frente a un pedazo de tecnología, coleccionando caramelos baratos y tarjetas de buenas noches del hotel de turno esperando engañarte con una vaga sonrisa que jamás dirá nada.
Aunque antes, en tu charla numero 1000 con tu espejo, solo te hayas preguntado por qué a veces algunas personas pueden callar. Tomando valor decís todo ¡todo! Tus broncas, tus miedos, tus celos, como si del otro lado no estuviese uno mismo, acaso… ¿quién carajo no creó su propia situación a imagen y semejanza de su cabecita loca?
Y pasan los minutos…
Y en esa charla amena se pierde todo, se vuelven a ir tus pensamientos, tus ganas de sentir y hasta el recuerdo que pensabas llevarle. Ese que pensaste que podría alegrar, porque ahora ves todo con otros ojos, los mismos que antes inventaban oscuridad, ahora del otro lado solo ves un conjunto de detalles que empezas a redescubrir como esos discos de tu banda favorita que ¡Oh, Casualidad! transformaste en tu mejor soundtrack.
También hablé con el espejo solo para creer que hay una respuesta, le hablé como si le susurrara al oído todo lo que las sabanas se llevan, no dejé de mirarla a los ojos aun cuando me haya dado cuenta que son (sospechosamente) parecidos a los míos, contemplé cada parte de su cuerpo que me gusta, y hasta le leí este escrito mientras su atención estaba en otra ventana de conversación.

El diario de un viajero debería tratar de aventuras quizá hasta de triunfos porque no de alguna derrota frente a un vaso de alcohol en algun bar recomendado.
El diario de un viajero a veces también se escribe escuchando algún tema que ya es de dos, aunque la otra parte aun no lo haya escuchado.


martes, junio 08, 2010

Queréme.

5
Decíme que no soy yo el hombre al que amaste tu última noche, y sabré en la oscuridad y sin avisos encontrar la salida.
Sostené la mirada por sobre el discurso que oráste, y apagaré la luz antes que el foco se consuma.
Contemplá las piezas de tu ropa desparramadas en cada esquina, tentada con la idea de disfrazar tus caricias con la áspera tela de la indiferencia, y saltearé nuestra despedida para abrazar al silencio.
Acomodá tu pelo frente al espejo empañado evitando dilucidar el reflejo de mi desazón al observar tu vanidad impugna, y entenderé que mi ausencia es sumamente preciada.

O en cambio…

Hacé de cuenta que somos dos niños jugando en un nuevo parque por primera vez. Corré detrás de mí tratando de alcanzarme, y procuraré dejarme caer al suelo sin que lo notes solo para recibir tus cuidados y palabras de aliento promoviendo otra hora de impredecible algarabía.
Leéme todo texto que tengas en tu poder. No es necesario que pertenezcan a grandes autores de renombre, ilustrados en corrientes clásicas o vanguardias posmodernas y traducidos a cientos de idiomas alrededor del mundo. Contentáme con la numeración de un viejo boleto encontrado en el bolsillo trasero de tu pantalón o aquel volante que tomaste hoy por pena a la salida del trabajo mientras chocabas con los transeúntes.
Hacéme un dibujo en aquella servilleta abandonada sobre el cenicero. Es un papel que no pertenece al libro que escribimos pero que espera ser yuxtapuesto previo al índice que alguna vez ideamos. No requiero acuarelas ni pinceles, sólo los trazos justos y precisos que definan tu angustia, y la encuadraré para subastarla entre los negociantes del olvido.
Cerrá los ojos y robá mi calor. Tratá de poner tu mente en blanco y suelta tus brazos a los costados del cuerpo o, mejor aún, abrázame fuerte procurando no forzar mi hombro debajo de tu espalda. Olvidá luego colocar la alarma del despertador antes de dejarme cubrirte con las sábanas y desearte dulces sueños, y me aseguraré de ser el primero en ver el sol para poder así observarte dormida.




viernes, junio 04, 2010

Despues.

3
¿Como es despertar si aun no cerraste los ojos?
La charla era amena, celebraban entre risas el primer logro en conjunto.
El jugaba con las bromas a no decir la verdad.
Ella sabia, lo sospechaba y confirmaba

¿Como seguir callando lo que guardaste o creíste saber guardar durante mucho tiempo?
El escuchaba el disco que le hacia recordar
Ella se bañaba tarareando un nuevo tema
El la esperaba husmeando el recuerdo
Ella recuerda superando la bronca ya masticada
El creyó en su propio arrepentimiento.

¿Cómo hacer para no seguir callando?
A él, algo le esta pasando
Pero ella jamás se daría cuenta.
¿o si?
Ella lo invita a ver su fruta desde lejos
El no distingue entre colores el pomelo
El calla y observa, y entonces sucede...

Y ahora. . . ¿Cómo hacer para detenerse?
Ella transforma lo que lee en una delicada sonrisa
de esas que te hacen delirar por momentos.
No hubo más esos silencios incómodos tantas veces buscados
ya no tenían mas discusiones por descubrir
El miró su obra algo extrañado y solo suspiró recorrió con la mirada toda la habitación buscando testigos no mas fantasmas, definitivamente no había mas lugar para ellos.
Ella seguía allí dosificando mas ese instante con esa extraña mezcla de dulzura.

Y se deseó hasta una maquina del tiempo

Pero ya todo tenia que terminar
Era demasiada realidad para una de esas madrugadas de insomnio.
El ya no supo mas ni siquiera donde estaba parado
Ella termino todo ese mundo construido ladrillo por ladrillo con un agridulce:
-“Me caes bien”..

Y todo lo hermoso se volvió una filosa daga que supo incrustarse en el profundo de su corazón..
Su mañana mas difícil recién empezaba, pero que le importaba eso a su mirada que se levantaba por enésima vez, ya lo había leído antes y lo volvia a recordar: *"todo fracaso precede al triunfo".


martes, junio 01, 2010

Su escrito...

6
Llegó a su casa, encendió el reproductor de su computadora y empezó a ver sus fotos, a admirarla desde lejos, desde una posición que hace mucho había empezado a detestar.
Se detuvo porque el alerta de -conectada- titilaba y empezó a dominar su temor. Después de unos minutos hablaron, pero esta vez fue diferente. Pedro había tomado la enorme decisión de confesarle todo lo callado hasta ese momento. No le importaba su actual fuckin' estado sentimental, le corrió un leve frio por el cuerpo y se atrevió. Cobardemente no quiso llamarla, ni le dio tiempo a alguna respuesta. Solo llenó la ventana de charla de su tan esperada (por el) confesión.
Después de la descarga, la respuesta fría de Sofía solo pasó a ser estado: Desconectado.
Para sorpresa, o no, de él; había un nuevo correo en su bandeja de entrada.
Asunto: ¿Nuestra historia?

Era enero y ya habían pasado varios días en los que ese “lo imposible solo tarda un poco más” yacía inerte en el fondo de su lista de contactos. Era lo mejor de ese resto, de “su resto”.
Sin embargo en su cabeza rondaba la idea de que si lo imposible iba a aparecer algún día confirmando la ilusión de lo posible. Cuando creés que algo llega y al rato lo hace para volver a partir, nunca terminás de alcanzarlo. Simplemente sentís esa extraña sensación de extrañar y así verte más vivo.
Eso es lo que su cuerpo de violentas mariposas percibía de sobra, aparentemente. Su “web-love” era un mapa de libertad trazado en todos los recovecos de su persona. Sucesión de pensamientos calculados y no mal pensados, insolentes pero pasionales.
No se conocían o sí, ¿quién podía determinarlo?. Solo creían en ese encuentro imaginario que cultivándose por un tiempo finalmente se concretaría. La fantasía nos lleva a un terreno de lo inalcanzable pero posible, donde voy y vengo, me acomodo o me desacomodo, donde el libre albedrío de ideas hacen un festín.
Volvemos a la realidad y los amores imposibles están ahí.
Era su amor imposible pero, por un momento, la realidad transportó su ser a un banco frente al muro que separaba al parque con los demas, su cabeza concentrada en la lectura de un libro que ya no recuerda de qué trataba, pero que seguramente habría sido la lectura más reconfortante y eterna a la vez.
Un “ya estoy muy cerca tuyo” los vio mirarse el uno al otro a distancia, sus pasos seguros, tanto como sus miradas. “Esa” mirada no la olvidaría jamás, cristalina y efervescente, tierna e intimidante, esa mirada... Espejo de su ser floreciendo con cada destello de su retina.
Y ahí creyó saberlo y sentirlo todo.
Sus ojos no podían mirar “esos” ojos, su corazón estallaba, todo había concluido con un gran beso siendo las papas fritas y un vaso de Coca sus espectadoras.
Quedaría cristalizada esa imagen en lo que, mas adelante, diría “no entendías mi incomodidad porque nunca supiste lo que en mí generabas. No podía nada, porque vos eras mi todo”.
Y luego, vino la confusión que todos conocemos; también vino su partida.

Su viaje se llevaría la rabia,
los malos entendidos
también sus palabras,
las imágenes,
trozos de canciones,
esos juegos ocultos,
la complicidad,
las sonrisas,
los silencios y
todo eso que los hacía ser.

En una madrugada de día de semana con la jornada laboral alcanzándoles los párpados cansados, se llevaría ese amor idiota recreado en su cabeza pensando que llegaría a tiempo lo imposible retrasado. Recordaría además que ambos no volverían a ser los de antes y es que ya hace meses que sigue en el fondo de sus contactos como si el frío hubiese congelado la escena y su mirada hubiese penetrado ese nombre y apellido que sigue ahí, sin movimiento.
Alguien dijo que la cabeza tiembla cuando el corazón late. Pero el cuerpo también se desvanece con cada partida, con cada amor, con cada frustración…
Buenas noches y hasta luego.

Después todo fue silencio y gris para él.
Pedro y Sofía, esta vez jamás fueron Pedro y Sofía.


lunes, mayo 24, 2010

Lunchera para el break.

3
No puedo recordar la última vez que tomé el colectivo un día hábil en este horario. Busco en mi memoria algún recuerdo o imagen que pueda articular como referencia pero la única conexión cercana que encuentro es hacia exactamente un año atrás, encontrándome yo en la misma situación: ‘48 hs de reposo, váyase a su casa De Giorgio’. Uno se siente extraño.
El sol está todavía tan por sobre mi cabeza que se me hace imposible mirarlo de forma directa. Las calles están desiertas excepto por aquellos que tienen la posibilidad de utilizar parte de su jornada para almorzar fuera de sus empleos. La ciudad curiosamente funciona aunque uno esté al margen de esa realidad 5 días a la semana.
De pronto el colectivo se detiene al borde de una plaza. Consecuencia del bullicio que se registra desde la puerta, el viaje comienza por fin a recorrer un camino paralelo al que figura en el itinerario del chofer, un camino interno, que creía olvidado.
Belén es la primera en subir. No sonríe al colectivero pero no por manifestar un dejo de timidez sino que aún no tiene conciencia de la importancia del saludo para el conductor. Pese a haber estado fuera de su casa durante mas de 5 horas, agitados recreos contabilizados, la colita que le hizo su madre en la mañana se mantiene firme como si hubiese sido moldada en yeso. No se maquilla. No tiene celular como el resto de sus compañeritas de clase. No lleva una mochila de 47 Street. Su belleza está despojada de modismos y tendencias, de artilugios distractivos y disfraces de adulta. Es linda en el sentido puro de la palabra, característica hoy preciada por idealistas; reflejada en su simple cabello negro y sus apagados ojos los cuales no necesitan más que el reflejo de la luz del día para funcionar.
Detrás, casi pisándole los talones, Lucas se tropieza al subir el segundo escalón. Se recompone velozmente antes de que Belén detecte el accidente e impostando la voz, le marca al colectivero ‘$1.10… por favor’ a lo que el empleado le sonríe en gesto de solidarización tras el percance. Está agitado. Una línea de humedad es fácilmente detectable en el borde superior de su frente y sus mejillas poseen un color rojizo vergonzosamente difícil de disimular. Su contextura podríamos decir que ‘todavía’ es mediana y en su tosca forma de caminar, deja entrever su conocimiento y consecuente disgusto al respecto. El nudo de su corbata está desalineado lo que produce cierto desequilibrio entre los extremos de la misma, sin embargo el resto de su aspecto es lo suficientemente correcto para no desentonar al lado de cualquier chica promedio de su edad.
Ella habla sobre la clase de un tal ‘Bigotudo’ y el se remite a opinar cada cierta cantidad de oraciones que pareciesen meticulosamente cuantificadas con el fin de no parecer inoportuno al momento de interrumpir. Se encuentra bajo completa hipnosis la cual, debo ser sincero, roba una sonrisa a mi fallida jornada. Si no fuese porque realiza el mismo recorrido todas las mañanas diría que podría pasarse de parada. Está completamente perdido en los aritos dorados de sus orejas, en el único cabello que se revela sobre el modelado peinado, en las pequeñas pecas anaranjadas que rodean su nariz y se multiplicarán logarítmicamente durante la colonia de verano. De repente ella le toma la mano mientras su cara comienza a entumecerse. Falsa alarma. Casi gritando, muy asustada, Belén recuerda que hoy sería ‘pinchada’. Viene escapando de una vacuna desde hace ya dos semanas en las cuales no se encontraba en la ciudad (‘En casa’, fueron sus palabras) y debía aplicarse de manera obligatoria, comentario que me situó de nuevo en el lugar de espectador dentro del transporte. Como un fundido sonoro planificado, el sonido gaseoso de la puerta hidráulica indica que otro contingente escolar nos hará compañía. Son Andrea y sus amigas, aunque luego de ver su cabello enrulado seco y recogido en un rodete por sobre su nuca, su pollera mas corta que la del resto de sus amigas, su delgadez y sorprendente altura para una niña de su edad pasó a ser identificada por mí como ‘Andrea y sus secuaces’.
Al verlas, la expresión de Lucas cambia. La sonrisa y atención que postulaba hacia su acompañante de viaje se desvanecen en un segundo y alejando su brazo sujetado por Belén, se corre hacia un costado muy cerca mío, casi desapercibido entre la gran masa de uniformes azules.
- ¿No estás muy contento no? – alcanza a decirle Belén antes de que las otras niñas formen alrededor de ella un círculo capaz de asfixiar a cualquier individuo en la lucha por forjar su propia personalidad fuera de la mirada enjuiciadora del resto.
El no la culpa, sabe que no tiene derecho por sobre ella y entiende también que lo contempla no pudiendo, dada la falta de seguridad en sí misma, canalizar su atención por fuera del cerrojo pre-adolescente. Una especie de marca personal, caracterizada por la mezcla de aromas pertenecientes a los perfumes extranjeros robados a sus madres.
Lucas mira ya desde otra realidad, como si por un momento compartiéramos la misma sensación de sentirnos fuera de la pista. Somos compinches ahora.
- Hey. No te preocupes por eso – le digo.
No se si fue la fiebre o tan solo el lugar común de rememorar situaciones análogas de mi niñez pero sentí la necesidad de llamar su atención. El me miró confuso.
- Ella piensa en vos. Cuidala, es una muy linda chica.
Solo se animó a asentar con la cabeza. No creo que hubiese podido hablarme si lo hubiese intentado, fue más que suficiente. El, un niño de unos 12 años regresando de una clase de Historia tal vez, despreocupado por el borde de su camisa fuera del pantalón, deseoso de conseguir un asiento al lado de su pretendiente. Yo, zapatos de cuero en punta, chalina negra al cuello sujeta por un soberbio nudo, parado contra la ventana levemente abierta para no abusar de los beneficios del viento en mi cara.
Belén llamó a Lucas mientras se despedía de sus compañeras. Han llegado a la parada que ambos tienen en común. Fiel a su torpeza, amaga con pisar uno de mis zapatos, pero solamente lo roza. Yo lo miro fijamente y apoyo suavemente mi suela sobre su pantalón gris a la altura de sus gemelos. El no comprende esos códigos pero algún día lo hará.
El colectivo sigue su rumbo en dirección hacia la estación mientras los dos niños emprenden su camino a la par hacia sus respectivas casas. Me pregunto si Lucas se animará a decirle a Belén lo que siente por ella. Ojalá que así sea.


sábado, mayo 22, 2010

Espejo

1
Levanta la mirada
empieza a caminar
no dejes que esa pesadilla
dominé tu dia.

Levanta la mirada
aquella es tu realidad
pero ya no debe importarte
aunque te cueste.

Sus abrazos ya no son tuyos
su sonrisa ya tiene dueño
levanta la mirada (¡Mereces hacerlo!)
acordáte que alguna vez
jugaste a ser visionario
y cantaste con tu grupo:
"Mi mejor beso sera siempre tuyo"

Sonreí, y dejá a tus promesas
y tus dichos en sus recuerdos.

Levanta la mirada
ya no seras vos
quien tenga que verla despertarse
no te veras mas en sus ojos
y aunque su nombre inunde la tarde
levanta tu mirada
ella tampoco se mirará en la tuya.

sábado, mayo 15, 2010

Billy (Supernova) Elliot.

5
He llegado al departamento de turno. Cansado otra vez de la jornada laboral, encendí la tele para acompañar mi descanso mientras mi hambre empezaba a hacerse amigo del delivery.
¿Viste cuando dejás un programa o algún canal tan solo para escuchar algo?
Me jugó en contra hoy. Tarde, quizá un poco a propósito, me di cuenta que aquella película que solo oía se me hacía conocida. Mi atención se volcó hacia ella sentado sin saber porqué me quedaba mirándola.
¿Por qué carajo empiezo a recordar después de un buen tiempo dónde la vi?
¿Por qué empiezo a recordar tus gestos mientras la mirabas?
¿Por qué si jamás fue una de mis favoritas me la instalaste en mi retina?

No tengo ganas de terminar de verla, no tengo mas ganas de jugar un rato con el pasado, hasta cuestiono todo el tiempo conmigo mismo si todas estas confesiones fueron necesarias.


Voy a dejar a Billy bailando, luchando por su sueño, por lo que le gusta en silencio. Como esa compañía que buscaba, dejo opcion: Mute; mientras el reproductor se pone de acuerdo con mi ¿Mala suerte? Y suena el tema de la banda que nos gustaba.
¿Pero qué carajo pasa hoy?

Quizá ya todo lo anterior ahora se van volviendo anécdotas, imagenes con su respectivas musicalizaciones, ya no pesan. De a poco esa tormenta, esa lluvia que aparentaba eterna, empieza a debilitarse. Uno empieza aprender a reir de nuevo.
Empezamos a imaginarnos a esas personas especiales cada vez mas lejos porque tan solo esa es nuestra realidad. La palabra “nuestro” se va volviendo singular con cada dia que pasa.
Esa peli que ayer fue un plan quizá de un dia de la semana, ahora se vuelve el motivo para descargar toda tu esperanza de ver desaparecer esa tormenta, de confirmar que no hay nada como recordar sin agregarle mas peso a esa mochila que empezamos a dejar.

¿Me creerías si te cuento que empiezo a extrañarte sin sentir tu ausencia?
Yo empiezo a creerlo.




 El tema va a sonar sus 7:29 minutos porque esta vez el reproductor merece dejarlo en paz.

domingo, mayo 09, 2010

De más está decirlo, tú ya lo sabes.

3

Hola hermoso ¿Cómo estás? Yo aca estoy, igual que siempre. Si te digo que te extraño no sería novedad.
El domingo me agarró un ataque, ya no se qué me pasa. Tenía ganas de hablar con vos, te llamé, y tu contestador todo el tiempo, y te dejé un mensaje que no se si escuchaste. 
A veces no puedo controlar lo que me pasa, pienso que la mejor manera sería alejarme de tus nouvelles, intentar pensar en otra cosa pero por más que intento, no puedo. Estás ahi all the time, in my mind, hasta en mis sueños. Antes de dormirme pienso tanto pero tanto en vos y tan fuerte que te filtrás  en el subconsciente.
Y soñé de nuevo. Soñé que estaba en tu ciudad; o no sé, debía ser tu ciudad. La cosa es que era tu casa, tu lugar, pero no se si era tu país u otro place. Estaba tu mamá, y tus hermanos. No todos, porque los otros viven en otras partes, y vos estabas sentado enfrente mío, y comías, no se qué, y estabas callado, y me mirabas de temps en temps, me mirabas y me sacabas la mirada, tímidamente, como siempre, no hablablas mucho, con esa actitud que tenés siempre, como frío o tímido, nunca lo pude definir bien.
Ese mismo domingo a la noche me puse realmente muy mal, a veces creo que soy demasiado romántica, en el exacto sentido del término, entendiéndose por romántico: subjetivismo, exaltación de la personalidad individual, oposición a las normas clásicas. Es decir, a veces yo hago un mundo de algo que tal vez no es tan grave, no tiene sentido que yo sufra porque no estoy a tu lado, en vez de pensar asi tendría que hecerme bien todo lo que yo siento por vos, que es demasiado. Claro, es eso. Es demasiado lo que tengo adentro y se me desborda. Hay días en que no lo puedo controlar, la situación me supera y la tormenta me hunde con su lluvia. Tampoco quiero contarte estas cosas porque vas a pensar que estoy loca, que me chifla la cabeza, pero por otro lado tampoco puedo no contarte nada porque sé que una gran parte de lo que me pasa tiene que ver con vos, no todo. Yo además me siento mal por otras cosas que me pasan , que no sé si te habré contado, ese problema que tengo yo con sentirme inferior a los demas y no tener confianza en moi même, en sentir que lo que hago siempre lo hago mal, y sentir que me enamoré de un chavo que está a miles de kilómetros de distancia y que vaya a saber uno cuando lo voy a volver a ver.
Anoche pensaba que si por alguna de esas cosas algun día tu ya te olvidas de mí y no decides venir, yo estoy tan loca que no me importaría irte a buscar adonde sea, pero bueno, viste, cuando uno está en la cama y da vueltas y vueltas porque no se puede dormir, piensa cosas, que tal vez no tendría que pensar. O sí, no se...
Tu amor es mi enfermedad, tus canciones me llevan hasta tu chambre y me hacen sentir al lado tuyo, escucho The Cribs, Libertines, Primal Scream, y te siento acá o yo me siento allá. Cada día que pasa me convenzo más de que mi amor hacia vos sigue tan latente como el último día que te vi. Cuando tal vez lo que más quisiera sería olvidarte para poder seguir con mi vida planificada y estructuradamente perfecta. Viniste a dar vuelta mi mundo, te metiste casi sin darme cuenta, aunque en realidad yo dejé la puerta abierta. Todo esto es mi culpa y si bien me pone triste estar lejos tuyo, a la vez puedo alimentarme con lo que mi cuerpo siente cada vez que pienso en vos. Y si tus canciones me trasladan, tus imágenes me producen el orgasmo más hermoso que jamás pude haber tenido. Mandame cuantas fotos tengas, llename de fotos, a mi todo me entra por los ojos. Vos me encantás, me gustás demasiado, trop trop demasiado. Sos muy lindo. Me gusta tu pelo, tu cara, tus ojos de coreano, tu piel morena, tostadita por el sol; más suave que las sábanas blancas de tu cama, tus labios, tu lengua, tu olor, tu cuerpo, tus brazos. Es exageradamente pasional lo que me hacés sentir y cuento los días, las horas. Intento apurar el tiempo para tenerte ya, acá, al lado mio, para poder volver a besarte, a lamerte todo, emborracharme con tu nectar de kiwi, pegotearme con tu miel y así no poder separarme nunca más de vos.
Si hay algo que no entiendo es cómo fue que pasó, pero si le intento buscar la lógica, creo que nunca lo entenderé. Esta vez, sólo sé que no entiendo nada.
Te quiero mucho, de más está decirlo, tú ya lo sabes...



sábado, mayo 01, 2010

Homo Mensura

2

Las personas negativas solemos valorar mucho los pequeños logros. Si hay algo que nos hace sentir plenos es sortear un obstáculo que en un principio se veía imposible. Puede ser algo simple para otros pero en nuestro caso, si crea un mínimo garabato de miedo, el afrontar dicha situación con éxito nos convierte automáticamente en un superhéroe de derecho: Tienes autoridad política para justificar cualquier tipo de emprendimiento que consideres para tu beneficio por poca utilidad real o sentido que tenga. Caso testigo: El primer Parcial (Y todos los efectos que lo secundan).
Ah, que gran momento... El ‘entrar en ritmo’ de lectura, el rechazar una salida toda la semana para incurrir en delito apenas comenzada la madrugada del Domingo, el apunte que desaparece un día antes, el mensaje de texto en busca de la respuesta que determinará el futuro de tu vida profesional destinado a una persona con la que compartiste tan solo cuatro clases (¡Cuatro!), el confiado ingreso al aula para el cual venías preparándote desde el subte con los apuntes entre las piernas; intercalando cuadros sinópticos mentales con ejercicios de respiración, todo para que al sentarte tu compañero te diga:
-No doy más. Ayer me quedé hasta las 5 analizando si es viable transmitir los conocimientos de la Arethé.
-…….. ¿¡LA QUÉ!?
En ese momento es cuando toma real validez la palabra ‘Curso’, cuando todos corren para el mismo lado (Excluyendo a los resignados que deciden emprender su retirada en dirección hacia la salida).

Ya regresando, subido al colectivo, lográs relajarte. Tranquilo, con 75 grs menos de conceptos en tu masa encefálica, pleno… felíz. Tu compañero te habla acerca de la cantidad de renglones que acumuló en la cuarta pregunta y vos pensás en la cantidad de películas y discos estrenados en la semana que llevas atrasados para degustar desde el rígido de tu computadora. Te reconfortás con acciones del tipo ‘noticia color’ como mirar a los transeúntes por la ventana, esperando ellos aún por el medio de transporte que los devuelva a sus hogares.
Representando fielmente esa misma impronta, entre señales y avisos publicitarios, lográs distinguir una particular boca. Comisura de los labios hacia arriba, bordes carnosos. Sin pedir permiso espiás hacia fondo una ordenada fila de dientes destacable según tu punto de vista gracias a su perfecta disposición lineal, construida a nivelador (Siempre me maravilló la burbujita que encierra esa herramienta). Levantás la vista antes de que el colectivo emprenda la penúltima curva de su recorrido hasta tu destino con el la esperanza de ser guiado hacia un deseable cruce de miradas y efectivamente, para tu sorpresa, eso encuentras. Girás la cabeza hacia tu compañero, quien ahora te relata la intrigante y metafórica secuencia del momento en que su birome se quedó sin tinta por lo que se vió obligado a pedir prestada otra a la clase. Vuelves a rotar en dirección hacia la esquina y notas que la sonrisa ha dejado de ser simplemente cómplice para convertirse en una invitación al desafío ¿¡Qué se supone que hagas!?
No es tan linda pero te gusta. No es que no sea linda tampoco pero seamos realistas, estás sobre un colectivo en movimiento a las 23 hs, todo es diferente viéndolo desde esta perspectiva. ¿Y si cometés la locura de bajar y buscarla? ¿Y si bajás y al acercarte te das cuenta que no es linda? Mejor quedáte sentado, faltan solo 5 cuadras para llegar a tu casa. 5 cuadras… es muy poco. ¿Y si por quedarte sentado perdés la oportunidad de vivir una historia de esas que siempre buscás? Esas que querés acumular para tener algo que contarle a tus nietos. Podrías acercarte silenciosamente y en todo caso si no es tan linda como pensabas o no te resulta interesante, darías media vuelta y escaparías en puntas de pie. El llavero de metal colgado en tu mochila suele golpear muy fuerte contra el cierre ¿Y si suena, lo escucha y se da vuelta? Te va a reconocer, se sonrió al verte sentado ¡No podés simplemente escapar! Pará, pensá ¡Pensá! También puede gustarte, dejá de descartar esa posibilidad una y otra vez. ¿Tenía calzas? Calzas negras y botas bajitas. Últimamente te llaman mucho la atención las chicas así vestidas. Morochas. Sos algo escéptico a las rubias con esa indumentaria. Tratá de concentrarte. Te parás, bajás en la primera parada. Pará ¿Y a este pibe que le decís? Te parás ¡No importa! – Disculpame, me tengo que bajar acá – decís, fue. Caminás hacia la esquina y te acercás de a poco tratando de que no distinga desde dónde. Tendría que ser una sorpresa. El diálogo debería ser algo así cómo:
- Hola - Con una gran sonrisa. Hacela creible.
- Hola ¿Cuándo te bajaste? – Sorprendida, obviamente.
- Recién bajo del colectivo y ya me estás interrogando. Deberías de ser más amable conmigo. Acabo de rendir mi primer exámen de Filosofía y todavía no me felicitaste – Técnica del desinteresado y arrogante. Bastante demostraste ya al bajar por ella.
- Jaja ¿Y se supone que debería saberlo? ¿Peco de intrometida si pregunto qué carrera sigue alguien que rindió un parcial de Filosofía y bajó del colectivo para decírselo a una completa desconocida?
- ¿Carrera? No me gusta esa palabra. Me siento más cómodo caminando o mejor aún volando. Soy como esas cositas blancas que salen de las plantas, los Panaderos. Me desprendo de aquí o de allá y floto hasta donde me lleve el viento. Esta noche me trajo desde el colectivo hasta vos.
- ¡Jajaja! ¿La filosofía te está llegando al cerebro? Ahora bien, si sos ese tipo de panadero ¿Te puedo pedir un deseo y después te dejo seguir volando?
- No sentí soplar al viento en el transcurso de los ultimos 5 minutos. Soy todo oídos.
- Es sencillo. No creo que tengas demasiados problemas en cumplirlo: Quiero que te bajes.
- ¿Disculpame?
- Bajáte.
- Pero… no te entiendo.
- ¡BAJATE PIBE!

La boca no era la misma que ví desde la ventana del colectivo: La comisura de los labios era arrugada y porosa, los bordes; rodeados por barba, y ni hablar de ese roñoso conglomerado de… No, no cumplen los requisitos mínimos para llevar la denominación de ‘dientes’. Parecen colocados en su lugar con una Pico de Loro.
- Te quedaste dormido nene. Estás en la terminal – Dijo el colectivero mostrándose impaciente.
- ¿Qué? – Hecho un largo vistazo. Constitución es indefectiblemente mas oscura los Miércoles a la 1 AM que cualquier otro día – Puta… ¡Me pasé!