Chico: Estoy cansado de este tipo de charlas.
Chica: Si querés puedo no hablarte más.
Chico: O podemos cambiar de tema.
Chica: ¿Ves? Entonces me terminás dando la razón. Querés demostrar que no te afecta cuando en realidad así lo hace.
Chico: No se trata de quien tiene la razón, no es un kiosco de diarios esta conversación. Se trata de que no entendés cual es mi punto y considero que jamás vas a entenderlo con tu personalidad.
Chica: ¿Y como es mi personalidad?
Chico: Fría. Como el malo de Batman… el capitán Frio. Tenés el corazón helado.
Chica: Jajajaja, es que no tengo corazón.
Chico: Yo creo que sí, pero está tan frío que no lo sentís. Así como cuando tu mamá te hizo tu primer arito en la oreja. Te congeló esa zona tanto tiempo que llegaste a no sentirla en lo absoluto.
Chica: Mi mamá no me hizo mi primer arito.
Chico: Ok, pero el que te lo hizo te congeló también el tímpano porque ¡No me estás escuchando!
Chica: No puedo estar más atenta a tus palabras.
Chico: Y yo hacia donde se va moviendo tu boca. Me cuesta apuntar.
Chica: Ya te lo dije, es mejor ahorrar palabras conmigo. Se te nota en el tono de tu voz, tenés un círculo que cerrar.
Chico: Y el dueño de este bar tiene una ventana la cual abrir ¡Esto es un horno!
Chica: Estás exagerando bebe, yo estoy espléndida.
Chico: Porque tu corazón te mantiene a temperatura ambiente. Yo sufro por partida doble. Por un lado tengo un corazón cálido, quizá hasta algunos grados por encima de la media. Y por el otro, me hacés Efecto Fiebre.
Chica: ¿Qué es eso?
Chico: ¿Viste que cuando uno tiene fiebre levanta temperatura pero sin embargo experimenta chuchos de frío? Eso es porque tu cuerpo está tan caliente que hasta el simple contacto con la temperatura ambiente del exterior, mas fría, te hace notar la diferencia. Basta con que tu piel toque el mismo aire.
Chica: ¿Me estás chamullado?
Chico: No, ya te dije que lo nuestro no funcionaría nunca. Sos muy alta para mí. Aparte, según vos, “tengo un círculo el cual cerrar”, excusa que usan las mujeres cuando no se animan a ir de frente y al mismo tiempo sufren de celos e/o inferioridad. Y no me refiero a que te hayan expulsado al número 9 a los 3 minutos del segundo tiempo empatando 0 a 0. ¿Por qué esa necesidad de cerrar un círculo, olvidarnos de la otra persona, no poder nombrarla o citar sus frases como si fuese alguien despreciable que nunca debió haber formado parte de nuestras vidas? Esto no es una novela previa al giro final, cuando las parejas se separan con odio y se desean poca cosa menos que la muerte. Es simplemente un Adiós, bajo circunstancias forzadas pero realistas, mezquinas pero urgentes, hasta egoístas, pero no intencionadas. Si el círculo se cierra, aquellos sentimientos seguirán girando una y otra vez, sin escapatoria alguna, mareando a nuestro corazón y agotando nuestra cabeza. No se trata de forzar un olvido, se trata de que la vida fuerce nuestro siguiente paso.
Chica: Y yo ahora tengo que pensar que todo esto va a aparecer en tu blog mañana… y voy a sentirme una estúpida como todas las mujeres a las que nombrás.
Chico: No, porque de hecho muchas de esas historias no existen, solo busco darle una vuelta de tuerca a la manera de expresar una sensación en forma de relato basándome en alguna frase o situación que haya vivido. Lo que se ve es un tornado creado en mi cabeza, de lo que simplemente fue un pequeño soplido.
Chica: ¿Entonces se supone que esta charla y yo nunca existimos?
Chico: Aaaaalgo así. Por fin nos estamos entendiendo…
Happy Birthday To Me